lunes, 28 de marzo de 2016

Cae la tarde, el Sol, la Luna y otras especulaciones

Cae la tarde

El sol se oculta para hacerle el amor a la luna, frenético de deseo prepara sus rayos ardientes para acariciar con familiar intimidad al expectante satélite que a su contacto deja fluir su anhelante excitación.

La luna nunca recordará un calor igual, trémula anticipa sus caricias. Un hormigueo le recorre el cuerpo, se estremece al sentir un lengüetazo en sus labios, la llena de gemidos, todo desaparece, la noche es más oscura, las estrellas forman flores, las flores parecen estrellas, atrapa una que fugaz se escapa.

Cae la tarde

Su lengua viaja en órbita sobre su clítoris, ella tiembla ante el universo de sensaciones; entre jadeos y placer un orgasmo le arranca un rugido. Él la mira y le dice: arde y quema el deseo en la hoguera de mi fuego encendido. Le da la vuelta, luna nueva. Ahora levanta su cadera y la penetra mientras le sujeta la cintura con manos firmes, entra y sale, embate con fuerza hasta el fondo, luna llena.

Cae la tarde

Mírame, estoy a punto de estallar. Mírame que eres mía, sus rayos le iluminan el rostro, mírame. La luna lo deja suavemente, se da la vuelta y acerca su cara. Él siente su boca, primero el aliento, lo lame suavemente antes de tragarlo mientras lo succiona, se lo come, lo devora. El observa a lo lejos los anillos de Saturno y resopla al sentir su boca húmeda y caliente, el vaivén de su lengua loca y candente, lo inflama de deseo.

En la cima del éxtasis, todo gira a su alrededor mientras explota y ríos de lava hirviente emergen para aliviar descarga tras descarga la intensidad y la excitación.

Cae la tarde

Si no regresas no te buscaré aunque te extrañe. No me arrepiento de decirte adiós, me arrepiento de quemar los navíos.

Trémula, anticipo tus caricias.

Anticipar no es el resultado de un acto reflejo, es la consecuencia de dominar el arte de especular, una característica del ser humano que no tiene otro animal.

Cae la tarde

Una nube de pájaros se mueve enfrente con su danza perfecta dibujada en el horizonte, es la hora de buscar un refugio. Yo también busco un refugio.

Cae la tarde
Caen los espejos
Caen las máscaras
Cae el sol que se esconde para hacerle el amor a la luna


Foto: @Clannak

sábado, 2 de enero de 2016

El Cúbito de Hielo

Un cuento en tuits