lunes, 14 de marzo de 2011

Una araña de closet

Otro cuento en tuits 3 de diciembre



 Letra Escarlata 

Si me descubre me mata, no es odio, es miedo, le repugno, no me quiere cerca de él... yo sólo soy una araña de closet. #Microcuento

Ayer llego temprano, abrió la puerta y la luz entró cegándome, me hubiera sorprendido si ella no le mete la mano al pantalón _La misma araña

Tiene un pecho enorme y un olor riquísimo que impregna en su ropa. Si pudiera haría mi tela entre sus vellos _La araña de closet

Cada día me gusta más, si tan sólo le causara indiferencia, si pudiera observarlo sin temor... si me descubre me matará _La araña de closet

El deseo me obsesionó, rogué a las diosas, pronuncié las palabras profundas y por la noche tendré figura de mujer. Será mío. _Una araña

La desea, se toca al pensarla, en dos horas se encontrará con ella. _Una pequeña araña lo observa desde el closet.

Elegir entre tres colores de ojos: amarillos, rojos o púrpura... Serán púrpura los otros dos lo asustarían más _Pensó la araña

Llegaron tumbando cosas, no los puede ver, los escucha, se tocan, jadean, gimen, gritan... Ya llegará su turno _Sonríe la araña

Se quedo solo, duerme desnudo en su cama, su cuerpo es magnífico. Llego la hora. _La mujer araña

domingo, 13 de marzo de 2011

El cubito de hielo

Es un cuento en tuits, me divertí mucho al escribirlo el 18 de febrero, ojalá a ti te divierta leerlo.

Besos




 Letra Escarlata 
Era un cubito de hielo que vivía en un congelador junto a otros cubitos. Siempre moría de frío, un día escucho hablar del fuego. 

El fuego lo obsesionó, el pobre cubito de hielo no dormía, ni comía. Un día comenzó a despreciar a los otros cubitos, eran tan fríos.

En largas noches lo planeó, un día escapó para buscarlo, cuando lo vio el cubito corrió al encuentro del fuego sintiendo por fin la calidez.

Se entregó al fuego que lo derritió, dejó de ser un cubito para ser líquido y loco de pasión se evaporó para ir al encuentro del cielo.

En el cielo nuestro cubito era una pequeña nube, curiosa y alegre pronto se dejo acariciar por el viento, sin saber que era un caprichoso.

Un día el viento, frívolo e insensible, cansado de jugar con nuestra nube la arrojó a una tormenta y la obligó a caer... Y caer... Y caer.

Y fue agua en el lodo, agua sucia, agua gris, agua negra, contaminada, agotada, confundida... perdida entre sombras y charcos.

Entre ranas y grillos, larvas y hojas muertas escuchó que la vida de un charco es temporal, sintió esperanza y anheló de nuevo el fuego.

Pero la tormenta seguía y tuvo que esperar varios días en aquel charco. Un día perdió la paciencia, otro, aprendió el lenguaje de las ranas.

En las noches el canto de los grillos la acompañó en sus sueños, intuyó instantes y la eternidad. Volveré a ser nube y jugaré con el viento.

Un día también seré la sangre que corre con pasión por tus venas. Volveré.